Todo comenzó como tantas otras historias que se comparten hasta el cansancio sin conocer procedencia, nombres, raza o religión. Simplemente alguien lo grabó, lo subió a las redes y lo viralizó. Esa palabra tan común y tan despersonalizada.
El video de un violinista tocando una preciosa versión del tema de Luis Fonsi en el metro de Madrid fue un éxito. Se compartió tanto que le llegó al protagonista quien decidió identificarse y decir: “ese soy, me llamo Simón Rondón”. Así comenzó la mejor parte de la historia.
La responsable de la difusión fue la bloguera Bea-Trips quien el 6 de marzo lo grabó y lo compartió en sus redes. Dos días después la página de Facebook Pasaportete decidió tomarlo prestado y allí explotó:
¿Quién es el violinista? Él mismo quiso contar su historia. Se llama Simón Rondón, tiene 31 años y escapó de la dura vida que le tocaba vivir en Venezuela. En noviembre del año pasado decidió probar suerte en España. Lo único que llevaba a cuesta era su título de Ingeniería Minera y el violín, instrumento que lo acompaña desde los 6 años. Las cosas no salieron tan bien como esperaba y ante la imposibilidad de conseguir trabajo, decidió ir al metro de Madrid y tocar su violín a cambio de dinero.
“Llevo tocando aquí desde enero y no me esperaba esto en menos de dos meses, lo del vídeo ha sido una sorpresa", le dijo Rondón al sitio Verne del diario El País. A partir de ahora, su vida podría cambiar. Ha sido entrevistado por numerosos medios de España. Ojalá en un tiempo podamos contar el final de una historia feliz.