Durante dos meses, decenas de mujeres estuvieron tejiendo los gorros rosas con orejas de gato, más de 60 mil sombreros hicieron para la marcha de las mujeres y se conocieron como “pussy hats".
Los "pussy hats", como les llaman, es un juego de palabras ya que "pussycat" es gatito y "pussy" es vagina, con un tono peyorativo.
Se tejieron de color rosa porque es el símbolo del movimiento femenino Pink Power (poder rosa).
La palabra "pussy" recuerda un audio de 2005 filtrado en la campaña electoral en el cual el entonces futuro presidente, aseguraba que "cuando sos una estrella, (las mujeres) te dejan hacer lo que quieras. Puedes agarrarlas por la vagina".
Krista Suh, una escritora californiana de 29 años y una de las impulsoras del proyecto Pussy Hat, explicó al diario Los Ángeles Times: "Quería hacer algo visual para mostrar mi rechazo y me di cuenta de que como una chica de California, tendría mucho frío en Washington D.C., así que decidí tejer mi propio gorro”.