La víctima disfrutaba del mar de Boca Ratón, en Florida, cuando sintió un dolor intenso en su brazo y era un tiburón que la mordió. Fue atendida por los guardavidas, que no pudieron hacer nada.
La mujer debió ser llevada a un hospital con el tiburón colgando, ya que no le soltaba el brazo.
El pez, de unos 60 centímetros de largo, murió poco después del ataque.
"Nunca he visto algo así, ni escuché algo parecido", señaló Clint Tracy, rescatistad de la playa. Estos tiburones pueden crecer hasta tres metros de largo y son comunes en la zona y suelen ser criaturas pacíficas. Un testigo afirmó que unas personas estuvieron molestando al animal.