Muchas adolescentes luchan con su cuerpo para verse más delgadas. Sin embargo, desconocen en el mundo peligroso al que se meten. Dos hermanas que viven en California, Estados Unidos, comenzaron a desafiarse entre ellas jugando a quién llegará a ser más flaca en poco tiempo. Desde los 12 años, Courtney y Rebecca Grimshaw, mantuvieron una disputa.
Courtney quería ser popular y bella como su hermana porque siempre llamaba la atención a sus amigos varones, quienes pensaban que ella era cool. Ella tenía que padecer de las burlas de Rebecca por pesar 57 kilos, cuando en realidad era un peso normal para su contextura física.
“Me hizo sentir realmente horrible”, aseguró la joven, quien en un año perdió 22 kilos. Tras los dichos de su hermana por tratarla de “cerda gorda”, empezó a comer cada vez menos y a los 15 años estaba esquelética. Ya no era un juego sino una demencial rivalidad. Rebecca observó que su hermana ya no era “la gordita” y también quiso perder peso.
Sin embargo, todo se descontroló y una de ellas casi pierde la vida. Courtney empezó a tomar alcohol y un día tuvo un accidente. Gracias a la ayuda profesional de un centro de rehabilitación, su vida volvió a la normalidad. Ahora busca generar conciencia sobre los riesgos que implica la anorexia a través de las redes sociales.