Ryan Jessen, de 33 años, era un joven saludable que, un día, comenzó con terribles dolores de cabeza. Cuando fue a consultar al médico descubrieron que sufría una hemorragia cerebral ventricular.
La enfermedad era irreversible y quedó internado en el Rideout Memorial Hospital de Marysville, California. Sus padres lo acompañaron en sus últimos días, pero pidieron permiso para que lo visitara alguien muy especial en la vida de Ryan.
Se trataba de su perra boxer Mollie, la mascota que tanto adoraba el joven. Las autoridades del centro de salud les dieron autorización y el encuentro ocurrió pocas horas antes de su muerte, ocurrida el 30 de noviembre.
"El hospital hizo la cosa más dulce para nosotros y nos permitió llevar a la perra de mi hermano para que se despidiese de él, así ella podría saber por qué su humano nunca volvería a casa. Si conocieron a mi hermano, saben que él realmente amaba a esta dulce perra", contó su hermana Michelle.
El momento fue filmado y subido a internet, donde ya fue visto por más de diez millones de personas. Miralo acá: