Shopie es una niña australiana, de nueve años, con un diagnóstico de austismo desde los 3, protagonista de una historia que se viralizó, conmovió y emocionó a mucha gente en las redes sociales.
Ocurrió que la pequeña, volvió llorando de la escuela porque no le había ido nada bien. Y triste, le dijo a su familia "que les había fallado". Traía su boletín y todas eran malas notas.
Según contaron sus padres, la familia y la niña lucharon siempre para que pudiera mantenerse a la par de sus amigos. Es por eso que su papá entendió que la tristeza de Sophie era una injusticia y lo resolvió con una creativa y tierna idea.
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"Mi hija, que tiene autismo, sacó notas insuficientes. Se puso a llorar y dijo: 'Decepcioné a todos'. Este es mi boletín de notas que le hice", escribió el papá en su cuenta de Twitter y lo acompañó con una foto que soprendió a todos.
Escrito con su propia letra, el boletín, incluye seis puntos a evaluar sobre su hijita y en todos tiene la mejor calificación. Eligió "evaluarla" en diversión, amor por los perros, pelea con los chicos, dibujo y hacer robots, imaginación y mejor hija del mundo. Para él, su hija era la mejor en todo.
"En ese momento pensé que tenía que darle un boletín con todas las cosas que la convierten en única y hacen que Sophie sea Sophie. Le encantó y estuvo muy animada desde que se lo di. Ese es el efecto que buscaba", contó el amoroso papá. La historia no terminó ahí: la nena, emocionada y agradecida, también le escribió la libreta de su papá.
La niña eligió calificarlo en "pesado" con un gracioso sobresaliente, "me quiere", con otro sobresaliente, "divertido" poniéndole un aprobado, "pelea conmigo" también, y finalmente le expresó todo su amor con una "matrícula de honor" como el mejor papá del mundo.