Las gemelas prematuras nacieron en 1912 y los médicos dieron un pronóstico de vida muy desalentador. Sin embargo, Paulette Olivier y Simone Thiot siguieron luchando por sus vidas.
Cumplieron 104 años y lo festejaron en el hogar de jubilados en Onzain, Francia donde viven juntas. “Seguimos vivas porque siempre hemos estado cerca la una de la otra”, confesaron las gemelas.
Tras confesar el secreto que desde 1912 las mantiene vivas, Simone contó: “Nos dieron muy pocas posibilidades de sobrevivir. Yo no pesaba ni un kilo. Y tú, un poco más”, haciendo referencia a su hermana.
Las hermanas reflexionaron y aseguraron que manteniendo una vida saludable se puede llegar a su edad. Además, expresaron su tristeza al ver las personas que tienen a su alrededor: “Nos da mucha pena la gente mayor que no tiene nadie que le visite”.
Paulette enviudó a sus 36 años y durante quince años trabajó como peluquera. En cambio, Simone fue modista igual que su madre y su marido falleció cuando ella tenía 64 años.