Este ritual tiene la finalidad de alejar las desgracias, la mala suerte y las enfermedades, pero también se relaciona con el inicio de un mes identificado con los problemas de salud.
La costumbre está muy arraigada en muchas provincias del país con el culto a la Pachamama.
“El que pasa Agosto, vive un año más”
La gente hace limpieza profunda de todos los ambientes del hogar, empezando desde el fondo hacia la puerta principal.
Se abren de par en par las ventanas, se corren muebles, sacuden almohadones y sábanas, se barre y desinfecta la casa con alcohol.
El motivo principal es la purga: sacar todo lo que no utilizamos, hasta el último ovillo de pelusas, para quedar livianos y limpios.

Luego viene la hora de incinerar la mezcla o sahumerio con ingredientes que suelen ser muy comunes en las viviendas. Puede ser azúcar y yerba a la que se le debe agregar ruda y romero, plantas esenciales para expulsar malas vibras, y a su vez, atraer la prosperidad.
La ruda, es ideal contra la envidia; mientras que el romero es conocido por sus excelentes propiedades en torno a la mente: es un antidepresivo natural y estimula las funciones cerebrales, dicen en las casas donde se consiguen estos productos.

A esta base de ingredientes se le puede agregar cualquier clase de yuyo. Existe una infinita cantidad de plantas que sirven para sumar a la mezcla. También se recomienda añadir mirra e incienso.
Como se dice en el breviario popular “El que pasa Agosto, vive un año más”. Para vivir un año más: mirra, incienso, yuyos y a sahumar.