El grupo de safari africano se acercó demasiado a los felinos, en un exceso de confianza. Uno de los chitas se subió al capot y el otro lo sorprendió y entró por atrás.
En la cara del expedicionario se puede ver su rostro desencajado y de terror. Tuvo que controlar el miedo que lo invadió. Una demostración de debilidad o duda lo ponía al borde de una tragedia.
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El grupo estaba preparado para esta situación. "Empezamos a notar que los guepardos se volvieron curiosos sobre el vehículo. Pero ya era demasiado tarde para alejarnos rápidamente. No queríamos asustar a los animales, porque es cuando las cosas suelen salir mal. Esto no había sido una ocurrencia", contó Hayes.
La técnica de sobrevivencia consistió en demostrarle que no lo estaban amenazando. "Alex (mi guía) me mantuvo en calma. Se aseguró de que nunca mirase a los ojos del felino, ni lo asustara. Tuve que permitir al animal que confiase en mí. Me dijo que disminuya la intensidad de mi respiración para mantenerlo tranquilo hasta que termine de explorar”, indicó.
Tras diez minutos de mucha tensión e incertidumbre, decidieron atacar a una gecela. Mirá el tremendo video.