El Instituto de Investigación sobre la Felicidad entrevistó 1095 personas que utilizaban la red social y los invitó a dejar de utilizarla por una semana.
Cuando terminó el periodo, se dedujo que los participantes se sentían más felices que quienes permanecían conectados.
Los entrevistados fueron divididos en dos grupos, por un lado los que abandonaron Facebook y por otro los que siguieron a pleno en esa red.
Las personas que se desconectaron aseguraron estar más satisfechas con sus vidas. En conclusión, el 88% de las personas se sentían más felices por haber dejado la red social, 81% señalaron que aprecian su vida y sólo el 12% dijeron estar insatisfechas.
Además, quienes se fueron de Facebook tuvieron una vida social más plena y se percataron de que tenían menos dificultades para concentrarse, a diferencia de quienes seguían en la plataforma.
"En lugar de concentrarnos en lo que necesitamos, tenemos desgraciadamente la costumbre de concentrarnos en lo que tienen los demás", sostuvieron los autores de la investigación.