Monalisa Pérez y Pedro Ruiz, de 19 y 22 años, intentaron meterse en el mundo youtuber -jóvenes que suben videos a YouTube con el objetivo de sumar miles y miles de seguidores- y la desesperación por la fama los llevó a cometer una locura sin precedentes el pasado lunes.
En Minnesota, Estados Unidos, prepararon un desafío incomprensible: ella tenía que dispararle a unos 30 centímetros de distancia y él solo se iba a cubrir con un libro tapa dura. Como cualquier experto pudo haberlo previsto, el balazo de una pistola Desert Eagle calibre .50 atravesó el papel y mató al muchacho.
"Yo y Pedro probablemente vamos a grabar uno de nuestros más peligrosos videos. Es su idea, no la mía", expresó Monalisa en las redes antes de concretar la tontería de su vida. Ahora, está detenida acusada de homicidio.
"Yo y Pedro probablemente vamos a grabar uno de nuestros más peligrosos videos", dijo la joven antes de matar a su novio.
Un dato le añade dramatismo a la noticia: la pareja tiene un hijo de tres años y espera a otro, ya que la joven está embarazada de seis meses. "Queremos más espectadores, queremos hacernos famosos", afirmó Pedro antes de someterse al disparo, según admitió una tía a medios locales.
La transmisión fue vista por apenas 30 espectadores y el video está en poder de la Policía. En su canal de YouTube, los youtubers se proponían "mostrar la vida real de una joven pareja de padres jóvenes".