La mujer llegó al consultorio con la ilusión de ser madre y con la preocupación de tener una panza demasiada crecida. Sin embargo, los médicos le descubrieron el enorme tumor, cuando vieron los resultados de la ecografía.
El quiste creció en sólo 11 meses y desarrolló un tamaño y un peso descomunal. Midió medio metro de diámetro y 157 centímetros de circunferencia. Estaba aplastando órganos vitales y ya ponía en riesgo de vida a la paciente. Ocupaba el 95 por ciento del abdomen de la paciente.
El médico que la operó se sorprendió con el increíble hallazgo. “Si no la hubiéramos operado, habría llegado un punto en donde ella no habría sido capaz de caminar. Habría estado completamente desnutrida sin la posibilidad de comer. Es difícil decir cuánto tiempo habría vivido”, dijo el doctor, Erik Hanson Viana.
El caso de esta paciente se conoció varios meses después de haberse realizado. La mujer lleva una vida completamente normal en una zona rural de México y logró borrar parte de las estrías que surgieron con el crecimiento del tumor.