Michel Temer y su familia abandonaron el palacio presidencial por miedo a los seres del más allá. Así lo afirmó el presidente de Brasil, quien dejó el Palacio da Alvorada a solo 11 días de su llegada junto a su mujer y su hijo.
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"Sentí una cosa extraña ahí. No conseguía dormir, desde la primera noche. La energía no era buena. Marcela (su mujer) sintió lo mismo. Sólo a Michelzinho (su hijo), que se pasaba corriendo de un lado a otro, le gustó. Llegamos a pensar: ¿Será que hay fantasmas?", señaló el jefe de Estado a la revista Veja.
Temer es presidente de Brasil desde septiembre, pero se mudó al Alvorada (la residencia oficial) tras varios meses de reformas que él mismo ordenó y que costaron alrededor de 6.500 dólares.
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El mandatario, Marcela y el hijo de ambos volvieron a vivir al Palacio do Jaburu. Es el lugar donde residió Temer desde su asunción como vicepresidente de Dilma Rousseff en 2011. Eran otros tiempos. Años después, el político de 76 años apoyó la destitución de su ex aliada y se quedó con el poder.