Myriam Ducre-Lemay, una joven canadiense de 20 años padecía de una severa alergia al maní y no se lo había contado a su novio. Al parecer, le había dicho a algunas personas que su condición había mejorado, pero no fue así.
La joven murió a causa del beso que le dio su novio, luego de haber comido el sándwich de maní.
Los informes médicos aseguran que en el lugar de los hechos, Myriam empezó a tener dificultad para respirar e intentó utilizar el inhalador sin obtener resultados.
Su novio llamó a la policía y a paramédicos, que le administraron una dosis de epinefrina, un medicamento para tratar reacciones alérgicas severas, pero la joven sufrió un paro cardiorrespiratorio en el camino hacia el hospital.
La madre de Ducré-Lemay usó las redes sociales y varios medios de comunicación locales para dar a conocer la historia y difundir información sobre la importancia de controlar las alergias, que pueden causar una muerte casi inmediata, de no tratarse a tiempo.