Una empresa llamada 10Pines, con sede en Buenos Aires, que cuenta con 85 empleados y se dedica a abastecer de software a distintas marcas como Burger King o Starbucks, se encuentra en medio de un particular proyecto, que implica una reunión del personal para decidir cuánto cobrará cada uno. "Como no hay jefes que decidan los aumentos, delegamos el poder al pueblo", dijo el cofundador de la empresa, Jorge Silva.
Un empleado de 10Pines llamado Ariel Umansky afirmó haberse negado a recibir un aumento salarial del7% a fin de 2020, ya que sentía que no tenía manera de explicarlo a sus compañeros. "Me sentí un poco inseguro y expuesto por ganar cerca o incluso más que personas que consideraba que tenían un mejor desempeño que yo", declaró.
La idea de la empresa principalmente es elaborar una jerarquía horizontal y clara con los empleados. Excepto los compañeros que se encuentren en período de prueba, que tiene una duración de tres meses, el resto de los trabajadores forman parte de una denominada "reunión de honorarios", la cual se realiza tres veces por año. Se trata de un encuentro entre todos los integrantes que trabajan en la firma para tomar decisiones que van desde los salarios, los nuevos posibles clientes, hasta las finanzas y los gastos. En la estructura empresarial propuesta no hay lugar para un director general, ni un gerente. Sin embargo, sí existe la figura de una llamada "asociado" o "maestro", que tienen una leve jerarquía dentro del sistema.
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Silva además, especificó que los nuevos empleados tienen la posibilidad de pactar su salario hasta determinado límite. Dicho honorario es debatido con quienes tienen una experiencia parecida en la empresa.
10Pin asegura que este nuevo enfoque empresarial lo denominan como "sociocracia". El proyecto fue creado gracias a la inspiración que tuvieron en un empresario oriundo de Brasil, Ricardo Semler, quien transformó su empresa Semco, convirtiéndola en una entidad "ágil y colaborativa", con trabajadores a cargo de determinadas cuestiones que en general eran tarea de los gerentes. "Lo tomamos como nuestra Biblia", comentó Silva.
Ángela Tella Arena, una desarrolladora de software con basta experiencia en 10Pines, afirmó que el proyecto viene siendo elaborado y perfeccionado desde hace 12 años. "Por ejemplo, comenzamos discusiones salariales cuando teníamos 30 empleados y temíamos que no funcionara con 50, pero seguimos adaptándonos. Es necesario actualizar los procesos para mantener la confianza", declaró.