Los hombres que pagan para tener relaciones sexuales tienen más chances de haber cometido o cometer violación y otros actos de carácter agresivo. Eso sentencia una reciente investigación en Estados Unidos que recoge la revista Muy Interesante.
En el estudio, evaluaron a 1200 hombres de similar edad, etnia y nivel socioeconómico. De manera anónima, se los entrevistó durante dos horas y seleccionaron 101 que pagan por sexo y 101 que nunca recurrieron a la prostitución.
“Nuestros resultados indican que los hombres que compran sexo comparten ciertas características clave con los hombres que están en riesgo de cometer una agresión sexual", explicó Neil Malamuth, uno de los investigadores. "Ambos grupos tienden a tener una preferencia por el sexo impersonal, un miedo al rechazo de las mujeres, un historial de haber cometido actos sexualmente agresivos y una auto-identificación masculina hostil: personalidad narcisista, hostilidad hacia las mujeres o deseo de tener poder sobre ellas", desarrolló.
Mellisa Farley, la impulsora del estudio que fue publicado en la revista especializada The Journal of Interpersonal Violence, aclaró que el objetivo es rechazar el mito de que los compradores de sexo son "chicos buenos sexualmente frustrados”.