Todos estaban muy concentrados mirando con atención el show del mago Pedro Volta durante el Festival Internacional de Magia que tuvo lugar en el municipio madrileño de Navacerra. Sin embargo, la tensión comenzó a crecer a medida que pasaba el tiempo porque el truco no llegaba a su fin.
El ilusionista se metió en una urna con 1.000 litros de agua con tapa. Su cuerpo estaba sujetado a una camisa de fuerza con candados. El desafío consistía en liberarse lo más rápido posible antes de que se le terminara el oxígeno. Pero había pasado mucho más tiempo de lo que estaba estipulado realizar el reto y ni siquiera se movía.
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Algo salió mal. Rápidamente los asistentes fueron a su rescate y lo sacaron de la urna: se estaba ahogando. Volta estaba inconsciente, no respiraba y aún seguía encadenado. Solo pudo desabrocharse la primera hebilla de la camisa de fuerza. “El gasto de energía fue tremendo. Cuando ya tenía desabrochada la segunda, mi organismo desfalleció del agotamiento y la tensión de pensar que no lo iba a lograr”, aseguró el ilusionista.
Un verdadero milagro. De acuerdo a lo que trascendió, sufrió de apnea, este trastorno que provoca la suspensión voluntaria de la respiración. “Me reanimaron in situ y consiguieron que volviera a la vida”, explicó Pedro Volta, quien ya se encuentra fuera de peligro y con ánimo, después de protagonizar un momento angustiante.