El Gobierno de Alemania pidió a los padres que destruyan este juguete que se llama Cayla.
La muñeca cuando sale de la caja hace preguntas a los niños: su nombre, el nombre de sus padres, a qué escuela asisten y el lugar en el que viven.
Por medio de una conexión a internet y con Bluetooth, escucha y habla con los chicos que juegan con ella.
Lo que afirman desde la Agencia Federal de Redes de Alemania es que la tecnología del juguete puede revelar datos personales si es objeto de un hackeo.
Los investigadores dicen que los intrusos pueden utilizar sus funciones tecnológicas para escuchar y hablar con los niños, e incluso pueden escuchar lo que pasa a unos 10 metros de distancia de la muñeca.
Además del hackeo que se puede hacer, permite a los extraños hablar directamente a los niños a través de la muñeca.
Desde la fábrica responsable de Cayla, aseguran que se corrigieron los problemas.
El grupo Vivid Toy, que distribuye a Cayla, dijo que los casos de hackeo fueron detectados y tratados por especialistas para actualizar su software.