Lo que siempre se pensó como algo gracioso y divertido, puede ser peligroso para los perros. Según el reconocido especialista en estas mascotas, el clásico giro desesperado para morderse la cola puede generar conductas obsesivas.
El aburrimiento es una de las principales causas de la conducta, especialmente en cachorros. Si hay una respuesta positiva del amo, puede provocar la repetición para llamar la atención.
Sin embargo, por ese motivo puede aparecer el riesgo para la salud del animal. Millán recomienda estar alerta para ver si el perro se muerde la cola muchas veces e insiste en consultar a un veterinario si esto sucede. Quizá, pulgas o gusanos provoquen molestia y los giros ya no serán por diversión.
Lo más preocupante es la generación de un trastorno compulsivo. El aislamiento, el abuso físico, las lesiones, traumas y la ansiedad pueden aparecer y poner en riesgo la salud de nuestros perros. "Si su perro está persiguiendo compulsivamente su cola, puede incluso provocarse graves daños. Puede derivar en pérdida de pelo en la zona e incluso daños mayores", explicó el especialista.