La foto proviene de la siesta de Santiago del Estero. En plena avenida, un abuelo, decidió obedecer lo que seguramente fue un hermoso capricho de su nieto. Si nos imaginamos la conversación, debe haber sido algo así: “¿Abuelo, y si hacemos el tren de autos más largos del mundo?”
Y así lo hicieron. Claro, que después de semejante trabajo, había que probarlo en la calle. Por eso salieron juntos y justo en la esquina se cruzaron con David Bukret, un taxista que se conmovió con la imagen y decidió compartirla a través de las rede sociales, con el siguiente mensaje: “Pensé que escribir, o decir algo, estaría de más, o arruinaría la foto. Pero me pregunté: ¿Cuál de los dos será más feliz con ésto... el nieto o el abuelo?”
El mensaje del taxista se completa con la crónica de la imagen: “la registré esta mañana, en Av. Colón (N). No hay semáforo, pero igual paré en medio de la calle, puse la baliza y les cedí el paso. Primero se negó cruzar, indicándome el largo del trencito formado por diversos vehículos. Yo le hice señas para que se largue igual, y preparé mi cámara... ¡ELLOS TENÍAN PRIORIDAD! Los autos que pararon detrás mío, podían también contemplar la escena. Sólo algunos "pesados" del fondo tocaban bocina. El resto tocó, pero saludando y disfrutando de un momento tan sublime, que quién sabe no se parezca al Paraíso.”