Quería robar cuidadosamente dos salamines de un supermercado y trató de ser lo más cauteloso posible. Más allá de su intención, un pequeño detalle imprevisto lo hizo pasar un papelón y terminó preso por el hurto.
El insólito hecho ocurrió en la localidad santafesina de San Lorenzo, al norte de Rosario. El joven de 22 años se guardó los dos salames en sus calzoncillos, pero el polvo blanco de la capa de moho que protege a los embutidos lo delató.
El polvo quedó desparramado en su pantalón color negro y un guardia del supermercado lo advirtió. El vigilante fue quien se percató que el joven “tenía una actitud sospechosa al tomar dos salamines de una góndola de fiambres y perderse luego entre otros exhibidores”, según indicó La Capital.
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Después. el guardia lo retuvo hasta la llegada de la Policía y relató a los efectivos que no era la primera vez que el joven demostraba una actitud extraña, por lo que consideraba que en otras ocasiones se habría llevado productos del supermercado sin pagarlos.
El joven ladrón fue detenido y trasladado a la comisaría de San Lorenzo. Por su lado, la fiscal Melisa Serena ordenó que el aprehendido sea remitido a dicha dependencia y se constate si tiene antecedentes penales.