El vecino le enviaba mensajes con frecuencia a su esposa, hasta que encontró uno demasiado amistoso. Este hombre de la ciudad de Ojo de Agua, en Santiago del Estero, tomó una escopeta, caminó hasta la casa del vecino y lo amenazó.
"Escúcheme, no sé qué pasa, pero guarda con seguir mandándole Whatsapp a mi mujer", le dijo, informó El Liberal. Mientras le apuntaba con el arma, le sacó el celular y encontró lo peor: un video de su esposa practicándole sexo oral. Las pruebas eran contundentes.
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Hubo golpes, gritos y amenazas. Pero, afortunadamente, nadie usó ningún arma y el escándalo no pasó a mayores. El esposo engañado tomó los celulares de su mujer infiel y de su vecino y fue, escopeta en mano, a una comisaría.
Claro que no fue una buena idea: el hombre víctima de la infidelidad quedó detenido por "amenazas", aunque luego lo liberaron. Además, pesa sobre él una orden de restricción que le impide acercarse a su vecino.