Kirill Tereshin, también conocido como el Popeye de Rusia, atraviesa un duro momento de salud, debido a que sus bíceps aumentaron de diámetro alcanzando los 58 centímetros.
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Hace un mes atrás, se volvió famoso, pero a la vez recibió muchas críticas por la mezcla casera que se inyectó en sus brazos para romper récords. Pero ese peligroso tratamiento le trajo complicaciones y su vida corre riesgo.
Aceite de oliva, alcohol bencílico y lidocaína es lo que tiene y con lo que logró aparentar tener músculos. Por eso comenzaron a llamarlo Hulk ruso. Sin embargo, ese cambio de look podría provocarle abscesos, flemones y hasta la amputación de ambos brazos.
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A pesar de la situación que está viviendo, a Tereshin nada le importó y aseguró que seguirá con el mismo método hasta conseguir que sus bíceps lleguen a los 65 centímetros.