La tecnología, denominada N-Tech Lab, se basa en obtener imágenes del rostro de las personas, se cruza información con datos del Ministerio del Interior y, en cuestión de segundos, una computadora advierte de quién se trata la persona filmada.
Como si se tratase de un ojo gigante que todo lo ve, las autoridades de Moscú, Rusia, están desplegado un sistema de vigilancia que permite identificar a las personas que circulan por casi todos los rincones públicos de la ciudad.
Artem Ermolaev, jefe de departamento de información de la capital del país, dijo que la inteligencia artificial servirá para incrementar la seguridad. En una prueba piloto, con algunas grabadoras ubicadas estratégicamente en puertas de edificios, se pudo detener a seis individuos que eran buscados por la policía.
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Según el funcionario, el gobierno local gasta actualmente 86 millones de dólares por año para mantener el actual sistema de videovigilancia. Como los costos se han triplicado con la puesta en funcionamiento de 170 mil cámaras, el nuevo método se aplicará gradualmente.
Los dispositivos de seguridad están autorizados en Rusia, pero ha despertado críticas en cuanto a la privacidad. Mikhail Zyuzin, un experto en tecnología de la Academia de Sistemas de Información, advierte que "si el sistema es pirateado por terceros, podrían tener acceso a información sobre dónde vives, a dónde vas y qué rutas tomas".