A un joven le sacaron la moto en un control de tránsito en la ciudad de Bahía Blanca porque circulaba sin licencia de conducir habilitante. La Municipalidad le puso una multa de poco más de 9 mil pesos y desató la bronca del damnificado.
Lo cierto es que el muchacho, días después, se presentó junto a su familia en el municipio y pagó lo que debía con monedas y billetes de 10 pesos. La modalidad de pago fue a modo de queja, aunque en realidad tuvo una finalidad diferente.
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Entre monedas de distinta denominación y billetes de $10 lograron reunir los poco más de 9 mil pesos y así pudieron recuperar el vehículo. En diálogo con medios locales, la madre del joven explicó por qué abonaron de ese modo.
“Es una especie de protesta pacífica, hacernos escuchar”, dijo la mujer. Y la protesta tiene que ver, según su explicación, con trabas burocráticas impuestas por ese municipio bonaerense y los efectos colaterales que conlleva la pandemia de coronavirus.
"Nos compramos una motito para salir del paso porque no teníamos movilidad y necesitábamos trabajar. Sabíamos que no teníamos la categoría habilitante para el vehículo, pero no nos quedaba otra que usarla, arriesgándonos a que pasara esto", reconoció.
Sin embargo, explicó que la queja de la familia apunta a que hace semanas esperan un turno para que todos puedan sacar el carnet de conducir. "El municipio sigue trabajando por guardia, con menos personal o como quieran llamarle, y nosotros seguimos a la espera de la categoría habilitante. La moto se compra para trabajar, no para salir a pasear”, reclamó.