En la era donde todo se comparte creció significativamente el flujo de archivos que enviamos y recibimos todos los días. Para muchos usuarios la saturación de la memoria no deja de ser un dolor de cabeza.
Memoria MicroSD:
La forma más fácil es transferir parte de ese contenido (o todo) a una tarjeta de memoria microSD. Esto es posible en muchos equipos con Android, en Windows Phone y en BlackBerry 10, aunque no es muy común que se sepa que múltiples equipos tienen esta chance. La mayoría de los teléfonos es compatible con tarjetas de 16 o 32 GB, aunque algunos más avanzados admiten modelos de 64 o 128 GB.
Ni bien colocamos la tarjeta microSD, hay que acceder a las configuraciones de Android. Allí, se selecciona la opción "datos en caché", para luego borrar los datos almacenados. Más adelante, se busca la opción "mover medios", y allí se transfieren todos los archivos multimedia almacenados en la memoria interna del celular a la tarjeta.
Gestor de Archivos:
Muchos teléfonos con Android tienen su propio gestor de archivos por si el usuario quiere mover su contenido teniendo un control más detallado de dónde va cada cosa. Se pueden descargar gratis desde el Google Play.
Disco externo inalámbrico:
En Android y en iOS, además, existe la posibilidad utilizar usar un disco externo inalámbrico, que se vincula por Wi-Fi para transferir los archivos desde y hacia el teléfono.
Usar la nube:
Son servicios online para almacenar archivos. Permiten hacer una copia automática de las fotos y los videos. Alcanza con instalarlos, activarlos para que funcionen en forma automática (y que hagan la copia de seguridad por Wi-Fi) y listo: la aplicación irá subiendo toda la información.
Van desde iCloud para el iPhone y Google Drive/Photos para Android, a Microsoft OneDrive, Dropbox, Flickr, Box.com. Tienen una versión gratis y permiten ampliar su capacidad si el usuario necesita.