Un tiburón mako, de aproximadamente tres metros de longitud, subió por sí mismo a un barco que navegaba por Long Island, en el estado de Nueva York.
Después de saltar del agua, quedó atrapado en la cubierta de la embarcación. Como no lograba liberarse por sí mismo, se lastimó la boca mordiendo los barrotes.
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Desde la cabina, los pescadores miraban como el animal intentaba escapar desesperadamente de su propio encierro. Uno de ellos registró el momento con su celular. El video muestra los instantes finales de la lucha por regresar al agua.
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El ingenio y la ayuda humana colaboraron con la fiereza del tiburón, demostrada en la pelea por permanencer dentro del hábitat natural.