Empezó como un pequeño bulto en la cara en 2001, pero empezó a aumentar de manera descontrolada. La vida de Mike Koech, un hombre de Kenia de 36 años, estaba en peligro por un tumor semimaligno que llegó a ser casi tan grande como su cabeza, hasta que se lo extirparon.
En su país y en India le habían asegurado que no se podía operar, hasta que vio una luz de esperanza en España. Ahora, tras cuatro intervenciones en cinco años en una clínica de la ciudad de Valencia, lograron salvarle la vida. En esta foto se observa el antes y después de las cirugías.
Según el médico que lo operó, Pedro Cavadas, Mike "ya hubiese muerto si no hubiese recibido una intervención". Se le realizó una resección craneofacial y reconstrucción microquirúrgica para extirpar el tumor gigante, que además le había deformado la cara y le provocó la pérdida del ojo izquierdo.
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El keniata podrá regresar a su aldea ya que está "curado hasta el momento", pero seguirá bajo evaluación. El médico destacó la fuerza de voluntad de Mike, quien además tiene amputadas las dos piernas por un accidente que sufrió cuando era niño.