Uber es una app móvil que une a conductores particulares con pasajeros: aprovecha las funciones de geolocalización, conectividad y GPS del celular para lograr esta conexión. Al indicar el punto de partida y el de llegada, el usuario puede saber cuál será el costo estimado. Si decide tomar el viaje, el sistema le asigna el chofer que esté más cerca.
La aplicación no requiere el manejo de dinero en efectivo porque el viaje se paga con la tarjeta de crédito que el pasajero ingresó por primera vez en la aplicación móvil. Las tarifas suelen ser más bajas que las de un taxi convencional.
Ya está todo en marcha para empezar su servicio en la Argentina. Será primero en Buenos Aires. Aunque esta modalidad de transporte no está regulada en el país, la compañía prepara la contratación de choferes: el último paso indispensable para comenzar a operar.
"No tenemos todavía una fecha de inicio de operaciones, pero la llegada de Uber es inminente. Vamos a hacer el anuncio cuando llegue ese momento", dijo Soledad Lago Rodríguez, gerente de Comunicación de la empresa, a La Nación.
Los taxis consideran que este servicio es una competencia desleal porque que los choferes y los autos privados no pagan los mismos seguros, licencias e impuestos. Para Uber, ellos sólo ofrecen un servicio más que complementa la oferta de transporte público. También, la empresa asegura que no la pueden comparar con los colectivos, remises u otras opciones de movilidad y sostiene que no entra dentro de las normativas urbanas.
En Córdoba Easy Taxi tuvo muy buena aceptación pero también vino con polémica por parte de cierto grupo de taxistas. El sistema de Uber funciona parecido. Aún no hay fechas específicas para concretar su servicio en nuestro país.