No era cacao, ni leche en polvo ni polvo para hornear. Lo que había adentro de un frasco de Nesquik eran 250 gramos de cocaína.
Un cliente compró el producto en un supermercado de Zaragoza durante los últimos días de diciembre. Cuando llegó a su casa, se dio cuenta que el frasco no estaba precintado. Al abrirlo, encontró escondida entre el cacao la bolsa con la droga.
El sorprendido vecino acudió a la comisaría más cercana para informar a las autoridades sobre su extraño hallazgo. Allí, le confirmaron que se trataba de un cuarto de cocaína, con un valor de 13 mil euros.
Ahora, la Policía Nacional abrió una investigación para averiguar cómo llegó la droga al frasco en el supermercado. Ordenaron revisar las cámaras de seguridad, ya que sospechan que podría tratarse de una nueva manera para entregar la droga.