El hambriento animal se acercó a escasos metros de la deportista. Ella tenía los auriculares de su celular en los oídos y no lo escuchó, pese a sus fuertes rugidos. La chica estaba cantando un tema de Rihanna.
De pronto aparece el oso. Comienza a perseguirla, pero ella inicia el descenso. El animal corrió detrás y ya no la pudo alcanzar.
El ataque fallido ocurrió en una pista de Hakuba 47 que fue escenario de los juegos Olimpicos de invierno de 1998.
La joven norteamericana cuando vio la grabación, se llevó el susto de su vida. Avisó a los responsables de la pista. "No sé si me entendieron, ni si harán algo, así que tengan cuidado ¡Casi me come un oso!"
¡Tremendo momento!
Naturaleza