Una mujer de 75 años, oriunda de Sevilla, presentó una demanda en la Justicia para que a través de una prueba de ADN se ratifique el parentesco con su padre biológico.
Lo curioso es que la prueba genética se hizo con el ADN hallado en el pañal de una hermana de su presunto padre. Lo que está en juego es una herencia de más de tres millones de euros.
El abogado de la mujer que presentó la demanda explicó que al morir el supuesto padre biológico fue cremado, por lo que era imposible la práctica de pruebas biológicas directas. La demanda se basa en la prueba de ADN del pañal conseguido.
El abogado explicó que la mujer que reclama la millonaria herencia sería la hija extramatrimonial de un importante agricultor y su madre, con quien se conoció en una de sus fincas rústicas e iniciaran una relación sentimental prolongada en el tiempo. Y agregó un dato más: el padre del hombre se oponía a esta relación por una cuestión social ya que la madre de su patrocinada era de etnia gitana, y que por ese motivo se veían a escondidas.
A pesar de esto, el letrado contó que la mujer fue cuidada por sus abuelos maternos, hasta que el hombre que sería su padre se hizo cargo de su manutención. Hasta le puso un profesor, gastos que se mantuvieron durante mucho tiempo.