La británica Rebecca Barker es una de las pocas adictas sexuales conocidas que se atrevió a dar detalles de este serio problema. "El sexo era literalmente lo primero en lo que pensaba al levantarme. No podía sacármelo de la cabeza”, le dijo a la BBC.
La adicción le causó problemas graves en su relación matrimonial y se volvió un trastorno para la pareja. Luego de cuatro años se pudo recuperar con mucho esfuerzo y tratamiento. "Me daba un subidón instantáneo y cinco minutos después volvía a quererlo. Me quedaba en casa porque me daba vergüenza. Incluso aunque nadie pudiera leerme la mente, me sentía muy incómoda al estar rodeada de la gente", confesó la mujer de 37 años de edad .
"Yo sentía que todo me hacía pensar en eso. Creo que estaba vinculado a mi depresión y a la falta de serotonina. Yo sentía que el cuerpo entero me lo pedía", recordó despues de superar la adicción después de cuatro años de trastorno.
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Un hombre que prefirió mantener su anonimato agregó. "Fue una experiencia horrible y asquerosa, no tiene nada de sexy. Cuando te levantas por la mañana con una buena dosis de clamidia (una enfermedad de transmisión sexual), no es sexy", contó.
En 2019, el "Trastorno del comportamiento sexual compulsivo" será incluida en la lista de Clasificación Internacional de Enfermedades de la Ornganización Mundial de la Salud. El 31 por ciento de los pacientes son mayores de 26 años.