Tanya Wills (22) tuvo una mala experiencia en Thorpe Park de Surrey, en Inglaterra, cuando llevó a su hijo a que disfrutara de los juegos. Fue protagonista de una humillación por partes del personal del parque cuando tuvo que salir de la fila de los que esperaban divertirse en la montaña rusa.
La joven no pudo subir debido al tamaño de sus pechos. Como no se podía cerrar la barra de seguridad le negaron el acceso.
Ella denunció: “No estoy gorda, pero parece que los arneses y asientos no están diseñados para mujeres de pechos grandes”. “Arruinó mi día y ni siquiera me devolvieron el dinero”, reclamó indignada ante la situación.
Por su parte, el portavoz del parque defendió la seguridad en las atracciones y defendió la decisión que tomaron los empleados. "Si nuestras medidas de seguridad no se pueden aplicar totalmente, no dejamos que nuestros clientes se suban a la atracción por su propia seguridad”, recalcó.