En Camino Muerto, una pequeña zona rural de Granadero Baigorria, muy cerca de Rosario en Santa Fe, un sapo gigante asustó a la población. Apareció en el patio de la casa de una mujer.
Mide unos de 25 centímetros, pesa más de 2 kilogramos y fue fotografiado por los bomberos, que tuvieron que acudir al lugar.
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Tras el hallazgo, que ocurrió el pasado jueves, especialistas indicaron que se trata de un ejemplar de Rinhella marina, que también es conocido como sapo de caña, sapo gigante o Cururú. Se trata de un anfibio anuro y está dentro de las 100 especies tóxicas e invasoras más peligrosas del mundo: posee glándulas venenosas de un tamaño considerable.
Puede ser común encontrarse con un sapo de este tipo en esa zona de Santa Fe, pero lo que sorprendió y alarmó fue su gran porte. El Ministerio de Medio Ambiente provincial quedó a cargo del anfibio. En algunos países e islas del Pacífico y Caribe este animal es utilizado para el control de plagas.
Su piel es tan tóxica que representa un peligro mortal para cualquier depredador que lo coma. La especie es originaria de América Latina y ahora es considerada en sí misma una plaga en algunas regiones donde fue introducida.