El fútbol argentino es una auténtica “picadora de carne” que no es para cualquiera. Las exigencias técnicas, físicas y mentales de la alta competencia llevan al borde de su potencial a los jugadores, que muchas veces se alejan del profesionalismo en búsqueda de calma personal. Tal fue el caso de Ricardo Noir, exdelantero surgido en Boca que tuvo un fugaz paso por Belgrano.
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Mientras jugaba en la B, “Tito” sufrió la muerte de su padre y ya nada fue igual. “En noviembre de 2019 falleció mi viejo y él era el que me llamaba siempre después de los partidos. Era mi crítico, siempre para bien. Después de eso me agarró un bajón importante y ya el último año de carrera fue todo medio forzoso: ya no tenía muchas ganas de seguir jugando”, contó en diálogo con Bolavip.
El fallecimiento del padre de Noir marginó al jugador de las convocatorias por tres partidos. Hasta ese momento, el atacante había mostrado algunos chispazos de su talento, que lo había hecho resaltar en sus inicios en un Boca plagado de estrellas como Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Rodrigo Palacio, entre otros. No obstante, su rendimiento decayó tras la mencionada pérdida y jamás volvió a ser el mismo.
“También tenía a mi nena ya con 13 años en ese momento, y un día me dijo mientras comíamos en Bolivia que ya estaba un poco cansada de cambiar de ciudad seguido y de no tener grupo de amigas en la escuela. Yo, que venía ahí más o menos anímicamente, le dije: ‘Bueno, ya está. Terminamos acá en Bolivia, me retiro, y nos vamos a vivir a la provincia (Entre Ríos)’. Y así fue”, agregó sobre la decisión de alejarse de las canchas y afincarse en su Villa Elisa natal.
Entre tijeras, navajas y “maquinitas”
Una vez retirado, Noir volvió a jugar algunos partidos para el Paysandú uruguayo antes de “colgar los botines” definitivamente. El objetivo en ese momento era encontrar una profesión que lo mantuviera ocupado, situación a la que muchos exfutbolistas les cuesta abordar.
“Cuando yo dejé, estuve dos meses de vacaciones. Pero después me fue cayendo la ficha de que no era más jugador profesional y me sentía mal. De hecho, ahí hablé con el psicólogo deportivo que tuve en Racing, Gustavo Goñi, que me ayudó un montón. Me dijo que tenía que buscar algo que hacer para reemplazar al fútbol. Y bueno, el año pasado dirigí las inferiores del club de acá de Villa Elisa, y me hizo sentir útil de nuevo”, contó sobre sus pasos recientes.
No obstante, encontró su razón de ser en el lugar menos pensado. “Después me acordé que de chico me gustaba cortar el pelo y me puse a hacer el curso de peluquero. Hoy acá en casa me armé una peluquería en donde tenía una habitación para las camisetas de fútbol. Le corto a los conocidos, a los que tengo en el WhatsApp, y hago todos los cortes modernos que les gusta a los futbolistas ahora. La paso bien, hablo de fútbol ahí que es algo que me encanta. Siempre pongo los partidos ahí y los vemos mientras corto”, explicó.
Números celestes
Ricardo Noir llegó en julio de 2019 a Belgrano, que militaba en la Primera Nacional. En total, disputó 13 partidos y marcó dos goles: uno a Temperley en una victoria 3 a 1 y otro a Atlanta en una derrota por 4 a 2.
El ex-Newell’s y Racing permaneció en Alberdi hasta marzo de 2020 y recaló en San Martín de Tucumán.