Fue un final agónico, literal. Federico Franz gritó el último gol de Talleres que le valió el empate ante Barcelona en Guayaquil por la Copa Libertadores, empezó a vomitar sangre y se descompensó.
El hincha fue diagnosticado con dengue hemorrágico y estuvo internado hasta el pasado fin de semana en Ecuador. Ya de regreso a la ciudad de Córdoba contó en El Show del Lagarto qué le pasó, la odisea para que lo trasladaran a una clínica y el agradecimiento eterno a la gente y al club de barrio Jardín por la ayuda.
Franz aclaró que no tenía dengue cuando emprendió el largo viaje desde Córdoba hasta el país ecuatoriano. Explicó que recién el lunes cuando llegó a Lima “empezó con dolor de cabeza y estómago”. Al día siguiente, ya en el destino donde se jugaba el partido, reveló que “el cuadro se complicó muchísimo”. Por esta razón, se quedó en el departamento alquilado haciendo reposo.
“El miércoles me levanté peor, estuve en cama haciendo reposo y todo lo que tomaba lo vomitaba”, continuó. Cuando fue al estadio a la noche siguió con malestar: “La pasé mal, veía el partido de tandas y cuando Talleres hace el segundo gol, la euforia, los gritos, la emoción, me descompenso”.
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Sus amigos fueron a pedir asistencia médica a un stand que había en el estadio. Sin embargo, no le dieron “mucha bola” hasta que advirtieron que estaba vomitando sangre y lo derivaron a una ambulancia.
“No me quisieron atender por el tema de la gente y que no iban a llegar al hospital”, agregó el hincha de la T. Luego lo meten en la fosa del estadio y con ayuda de otros hinchas lo trasladan a otra ambulancia. Allí observaron que estaba deshidratado, le hicieron análisis de sangre y a la madrugada le confirmaron que tenía dengue hemorrágico. Finalmente lo llevaron a una clínica.
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Por los días que estuvo internado debió pagar 2.027 dólares. Desde Córdoba, su familia inició una campaña y gracias a la solidaridad de la gente pudo solventar los gastos. También contó con la ayuda del club de barrio Jardín que, según reveló, “se hizo cargo del 50 por ciento de los gastos de la clínica”.
“Muchísimas gracias a toda la gente y al club por no soltarme la mano y hacer que estuviese en Córdoba de vuelta con mi familia y mi hijo”, expresó el hincha que debe continuar con estudios médicos.