Por la pasión y el fanatismo, los hinchas hicieron hasta lo imposible por llegar a Calama (Chile) para alentar a Talleres en un nuevo capítulo de la Copa Libertadores. Sin embargo, en el camino de Argentina al país vecino enfrentaron varios obstáculos y un grupo se adentró en un desafío imprudente y demencial que pudo haber terminado en tragedia.
Al menos 50 cordobeses que se trasladaban en un colectivo quedaron varados luego del paso fronterizo de Jama debido a una falla mecánica. Ante esta situación, iniciaron una travesía a pie por la ruta e hicieron dedo hasta que un hombre de Paraguay que manejaba un camión mosquito aceptó llevarlos: sin dudarlo, los hinchas se subieron al acoplado. A través de las redes sociales se viralizaron los videos de esos peligrosos casi 300 kilómetros que le faltaban para arribar a la ciudad del norte chileno.
La pelota arrancó a rodar el estadio Zorros del Desierto y después de 90 minutos de juego, el equipo de barrio Jardín celebró el 2-0 ante Cobresal. Una hora después de finalizado el partido, los simpatizantes varados llegaron a destino.
+ VIDEO: Hinchas de Talleres viajaron en el acoplado de un camión
El equipo de El Doce en Chile dialogó con los hinchas, quienes después de la odisea protagonizada. Aseguraron que estuvieron más de cuatro horas demorados en Aduana y cuando pudieron pasar, el colectivo que los trasladaba se quedó sin frenos.
Entre las quejas, los cordobeses cuestionaron el atraso tecnológico de Gendarmería Nacional: “Anotaban los documentos a mano para después registrarlos e ingresar a la web”.
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El periodista Agustín Burgi, que resaltó el imprudente accionar de los cordobeses que viajaron sin ninguna medida de seguridad, describió cómo son esos 270 kilómetros que separan el paso fronterizo de Jama con Calama.
Comentó que es una ruta rápida en bajada, donde los vehículos toman velocidad y con muchas curvas y reveló que en el camino se rompieron desde autos y colectivos. “Son 40 kilómetros en bajada ininterrumpida y un gendarme nos recomendó frenar con la marcha porque si lo hacíamos con los frenos se queman las pastillas”, detalló.
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Además, cuestionó que no hubo “ni un control policial” en ese trayecto y que en el ingreso a San Pedro de Atacama, única ciudad que se atraviesa desde la frontera hasta Calama, “había un control policial” que solo preguntó de dónde venían y hacia dónde iban.