En la Selección Argentina hay pocos puestos que tienen un dueño indiscutido. La posición de delantero centro se reparte entre Julián Álvarez y Lautaro Martínez, que demostraron que su competencia es meramente deportiva y sana. Así lo dejó en claro la Araña con dos gestos de grandeza para el Toro en la victoria de la Scaloneta ante Chile por Copa América.
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El que arrancó de titular fue el cordobés, que tuvo un buen partido, aunque no tuvo ninguna chance clara para marcar. A los 27 minutos del segundo tiempo salió reemplazado por el atacante del Inter, que convirtió su segunda conquista en el torneo continental después de un alboroto en el área chilena.
La explosión se dio en cada rincón del estadio MetLife, pero especialmente en el banco de suplentes argentino, en donde el nacido en Calchín gritó desaforadamente el tanto de su compañero. Queda clarísimo que Julián es un tipazo y pone por delante el bien del equipo que su lucimiento personal.
Luego, una vez que finalizó el partido, el surgido en River fue uno de los primeros en saltar a la cancha y en fundirse en un “abrazo del alma” con Lautaro, el gran héroe de la noche. La Scaloneta está bien y estos gestos son una prueba fehaciente de ello.
En cuanto a lo estadístico, Julián lleva un gol en dos partidos disputados en la Copa América, mientras que Martínez lleva dos tantos en igual cantidad de encuentros. Goles no faltan en la ofensiva albiceleste.