Lucía Cassiau, expareja de Néstor Ortigoza, habló públicamente sobre las agresiones que sufrió de parte del exfutbolista luego de la viralización de imágenes violentas en las que se ve al actual dirigente de San Lorenzo golpeando y amenazando a la mujer al frente de su hijo.
En diálogo con Mediodía Noticias, reveló que “está pasando el peor momento de su vida”. “Tengo miedo, me apuñalaron las ruedas del auto. El otro día salí y tenía una puñalada en el auto. El miedo es real, está acá”, indicó, visiblemente conmocionada.
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“Estoy muerta en vida, no tienen idea de lo que estoy pasando. A la noche prendo las alarmas. Tengo miedo, pánico. Es un psicópata. Puede pasar cualquier cosa”, agregó.
Además, Cassiau contó que Ortigoza tiene un problema de adicción a las drogas. “Que vaya a un tratamiento, que se cure, que priorice a los hijos. Que deje de arruinar la vida a sus cuatro hijos”, expresó.
En la misma línea, la mujer aseguró que hace 13 años que es víctima de violencia de género por parte del exfutbolista. “Los golpes empezaron desde que quedé embarazada de mi hijo mayor. Aparte del daño físico está el daño psicológico. Yo estoy muerta en vida”, añadió.
Además de detallar que su expareja no respeta las medidas cautelares que pesan sobre él, Cassiau reveló que ella está bajo tratamiento psicológico desde hace diez años y que la situación “le arruinó la cabeza”.
“Tengo el botón antipánico, restricción perimetral de seis meses. Pero es una persona que no acata una orden. Nada lo frena. Presenté pruebas. Tiene una condena a dos años de prisión por amenazar con un arma. Es una persona violenta”, enfatizó shockeada.
Pedido de detención
Luego de que Ortigoza se negara a renunciar a su cargo como vocal titular en San Lorenzo, la defensa de Cassiau pidió la detención del exjugador por violar la perimetral contra su expareja.
Pese a estar afrontando una causa por “daños, lesiones y amenazas en contexto de violencia de género”, incumplió la orden de la Justicia, que no le permitía circular o permanecer a menos de 300 metros del domicilio de la víctima y su hijo Mateo.