La investigación por el accidente fatal que protagonizó Rodrigo Garro en el que murió el motociclista Nicolás Chiaraviglio avanza bajo las órdenes del fiscal Francisco Cuenca. La tragedia fue el sábado a las 3 en General Pico, La Pampa, y el exTalleres e Instituto conducía su Dode RAM con 0,54 gramos de alcohol en sangre.
El futbolista está imputado por homicidio culposo, aunque quedó en libertad y puede regresar a Brasil para cumplir su compromiso con el Corinthians. Fue el propio fiscal quien dio detalles sobre la responsabilidad del acusado en el siniestro donde falleció el boxeador amateur de 30 años.
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En diálogo con Radio Mitre Buenos Aires, Cuenca desmintió que Rodrigo Garro haya conducido en contramano como se dijo en un primer momento. “Son calles de doble mano en ese lugar. Él venía por la 300 de norte a sur y la moto de sur a norte”, sostuvo al respecto.
“Al llegar a la intersección de la calle 108 Rodrigo se disponía a doblar a la izquierda y Nicolás venía derecho”, sumó el fiscal sobre las maniobras que hizo cada involucrado. Y siguió: “La moto, cuando la camioneta dobló a la izquierda, algo que estaba permitido, impactó en el lateral derecho de la camioneta, del lado del acompañante. Falleció prácticamente en el acto”.
Alcohol en sangre
El jugador del Corinthians estuvo demorado algunas horas el día de su cumpleaños y luego fue liberado. Incluso, no se le impidió salir del país y Cuenca explicó sobre su decisión: “Él se ajustó a derecho. No se le puso ninguna medida de prohibición de salir del país porque nosotros ahora tenemos que esperar las pericias, analizar las cámaras, tomar declaraciones. No necesitamos de su presencia”. En ese sentido, aclaró que pidieron la inhabilitación para conducir.
Pese a que Rodrigo Garro tenía 0,54 gramos de alcohol en sangre al momento del accidente, no se trata de un agravante en una eventual pena por homicidio culposo.
“El artículo 84 bis del Código Penal establece que para que sea un agravante necesitás tener un gramo por litro de sangre y él tenía 0.54″, indicó el fiscal y añadió que la pena para este tipo de delitos es de dos a cinco años de prisión. “Cuando tenés mayor alcohol en sangre sí se agrava, pero no es este caso”, concluyó.