Se trata de Ignacio Rivas, visitador médico ya recibido, e Ignacio Frediani, estudiante de arquitectura. Los dos cordobeses que fueron a vacacionar a Miami, Estados Unidos, se propusieron conocer a Lionel Messi y lo lograron con una logística muy particular.
“La idea surgió la noche anterior. Con mi amigo planeamos ir a ver a Leo al predio. Entonces nos dijimos que para la mañana del día siguiente nos íbamos a levantar temprano, 7 de la mañana para estar 8 en el predio y a ver si lo íbamos a entrar”, comentó Rivas a ElDoce.tv.
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“Llegamos a las 8 justo cuando llegaban Luis Suárez y Jordi Alba. Leo ya había ingresado. Ahí Jordi nos saludó y Suárez no nos saludó”, explicó el joven.
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Lejos de frustrarse iniciaron un período de espera: “Tuvimos cuatro horas y media, desde las 8 hasta las 12:30, que salía Leo. Estábamos esperándolo ahí en el predio, tomando unos mates, charlando con los que estaban ahí”.
La estrategia para encontrar a Messi
“Había dos salidas: una para la izquierda y otra para la derecha. Nosotros nos fuimos para el lado de la derecha, donde estábamos solos y toda la otra multitud de gente estaba del lado de la izquierda”, detalló.
Un detalle muy interesante es que durante ese período de tiempo en el que esteban esperando estratégicamente se hicieron amigos del guardia. “Nos iba avisando quién venía. Entonces a la salida de Leo, nos dijo ‘ahí está viniendo Leo’. Sabíamos que cuando suele salir se va hacia la izquierda porque su casa queda para ese lado”.
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Como Frediani tiene moto, armaron toda una logística para iniciar una persecución al futbolista en caso de que no frene. “Dejamos preparada la moto por si no llega a frenar Leo. La dejamos en la dirección que era para el lado izquierdo para arrancar la moto rápido y empezar a seguirlo”, indicó.
“Salió Leo del predio a las 14:30 y no frenó. Entonces reaccionamos rápidamente y arrancamos la moto para seguirlo muy rápido. Messi ya se había ido bastante”, relató Rivas.
“Había justo un semáforo en rojo y Messi frenó. Quedó tres carriles hacia la izquierda de donde pudimos llegar. Entonces con la moto fuimos esquivando los tachos de basura, los autos y pudimos llegar al lado izquierdo del carril donde estaba Messi”, dejó en claro.
“Le dijimos, ‘Leo Leo, porfa, ¿podés bajar para una foto? Ahí nos bajó el vidrio y nos dijo: ‘Sí chicos, no tengo problema. Rápido que está el semáforo verde’”, contó Rivas emocionado y especificó: “Ahí empezamos: me saqué yo primero, después mi amigo. Le dijimos: ‘gracias, gracias Leo por todo, te amamos’”.
Por último dejó una anécdota imperdible: “Lo más gracioso es que de lo nervioso que estaba, en vez de decirle ‘me cambiaste la vida’, le dije ‘me cagaste la vida’”. “No sé por qué me salió esa frase”, cerró el joven cordobés.