La emoción por el triunfo no les cabe en el pecho a los jugadores de Talleres. Desbordado por tantas sensaciones, Gastón Benavídez se derrumbó en llanto.
Tras un partido agónico, el jugador que marcó el penal definitorio para la victoria recordó a su familia en este momento de gloria.
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“El fin de semana fui papá. La verdad no dormí nada y fui a jugar el partido de local que perdimos contra Tigre”, relató con los ojos cubiertos de lágrimas.
Días atrás el deportista compartió en redes sociales una tierna postal sobre el nacimiento de su hijo, Mateo. “Estamos tocando el cielo con las manos”, escribió en su entonces el futbolista en una fotografía donde aparecen las pequeñas manos del recién nacido.

“Yo creo que el fútbol siempre te da revancha y por eso hoy somos campeones. Mateito vino con el título bajo el brazo”, agregó tras el partido. “El último empujón de suerte me lo dio Guido. Me dijo que esto tenía que ser para Mateo y por suerte se nos dio”, cerró.

En este sentido, Benavidez admitió que no tiene palabras para agradecer el apoyo de la hinchada. “No estamos en un buen momento pero después de este trofeo espero un envión anímico para encarar el torneo de la mejor manera”