Mientras analiza su salida del Tottenham Hotspur después de varios años, y ya de vacaciones tras la temporada, Cristian Romero brindó una extensa entrevista en la que también habló de Belgrano, el club de sus amores.
En diálogo con los hermanos Gastón y Esteban Edul, el Cuti se refirió a la posibilidad de retornar al fútbol argentino en un futuro. Explicó que, cuando sea el momento, se tratará de “una decisión familiar”, aunque dejó en claro que si lo hace, será con la camiseta del Pirata. “Si vuelvo, lo hago en Belgrano. Me gustaría volver y lo pensaré más adelante porque, si Dios quiere, me quedan varios años en Europa”, prometió.
Más allá del deseo de volver algún día a Alberdi, el defensor de la Selección recordó con dolor su salida del club cuando apenas tenía entre 16 y 17 años. Además reiteró aquel cruel momento en el que incluso pensó en abandonar el fútbol.
“Hubo un momento en el que la pasaba mal. Iba siempre al banco, no me ponían, ni me citaban y ni me mandaban a jugar en reserva”, contó.
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Y agregó: “Mi representante por ahí traía ofertas y no te vendían, entonces te preguntabas ‘¿Qué hago? no me hacen competir, no me hacen jugar ni me llevan al banco y encima vienen ofertas y no me quieren vender’”.
Entre la frustración y la desilusión, finalmente Belgrano decidió vender al Cuti al Genoa de Italia a mediados de 2018. De ahí en más su progreso fue exponencial. Jugó en la Juventus, en Atalanta y luego pasó al Tottenham inglés. Ni hablar de que se volvió un caudillo de la Selección Argentina y levantó una Copa del Mundo y dos Copa América.
“Era chico, no tenía ni 20 partidos en primera. Fue duro para mi, porque al final mi vida era solo fútbol en ese momento, y que me lo saquen me pegó duro. De tanto insistir, una vez llegó una oferta y Belgrano estaba con el tema de la tribuna que hicieron y yo era el único vendible. Vino el Genoa faltando dos o tres días de mercado”, relató el defensor central sobre el salto al fútbol europeo.
Y concluyó con una fuerte revelación sobre una frase que le dijeron en Belgrano en ese momento: “Vino una persona que no quiero ni nombrar y me dijo ‘Mirá, te vas a ir pero no quiero que en 3 meses vuelvas a buscar trabajo acá porque no te lo vamos a dar’. Les dejé lo que me correspondía a mi y me fui”.