Andrés Merlos, el árbitro del escandaloso cruce entre Talleres y Boca por Copa Argentina, recibió una insólita sanción judicial por el episodio que protagonizó en septiembre de 2024 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. La medida fue dictada por la Fiscalía N° 33 de esa provincia, que lo imputó por “lesiones leves dolosas” contra Gustavo Gatti, vicepresidente de la T.
Tras la investigación, Merlos accedió a una probation con condiciones muy particulares: no podrá acercarse a Gatti, tiene prohibido consumir alcohol y drogas, deberá fijar domicilio y, como medida reparatoria, deberá donar diez latas de leche maternizada al Hospital Humberto Notti de Mendoza. El acuerdo tiene una vigencia de un año y le permite al juez evitar ir a juicio.
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El conflicto se desató tras la eliminación de Talleres en manos de Boca por penales, luego de igualar 1 a 1 en tiempo regular. Durante el partido, varias decisiones arbitrales generaron el enojo de la T, que se sintiío perjudicada. Al finalizar el encuentro, el presidente Andrés Fassi y otros dirigentes del club albiazul fueron a increpar a Merlos en la zona de vestuarios, donde se produjo una situación de máxima tensión que terminó en agresiones.
Como consecuencia del escándalo, el propio Fassi dio una explosiva conferencia de prensa dos días más tarde y tanto él como Gatti fueron suspendidos por el Tribunal de Disciplina de la AFA. La respuesta judicial, en el caso de Merlos, ahora quedó plasmada en un castigo que generó sorpresa por su naturaleza: ya que evitó una pena más severa.