El mundo del fútbol está de luto tras confirmarse la muerte de Diogo Jota, una de las figuras del Liverpool y de la Selección de Portugal. El delantero, de apenas 28 años, perdió la vida este jueves en un accidente vial ocurrido en las afueras de la ciudad de Sanabria, en la provincia española de Zamora, cerca del límite con Portugal.
Junto con él viajaba su hermano André, jugador profesional del club Penafiel de la Segunda División portuguesa, quien también falleció. El vehículo en el que se trasladaban, un Lamborghini, se despistó de la autovía A-52 y, tras el impacto, se prendió fuego, según informaron autoridades locales.
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Las primeras hipótesis apuntan a que el accidente se produjo por la rotura de uno de los neumáticos, lo que habría provocado que Jota perdiera el control del auto. Las llamas envolvieron completamente el vehículo y se propagaron hacia la vegetación de la zona, mientras los bomberos trabajaban para extinguir el fuego.
Los servicios de emergencia llegaron al lugar minutos después, pero solo pudieron confirmar la muerte de ambos ocupantes del auto. La noticia generó conmoción no solo en Portugal, sino también en Inglaterra y el resto del mundo.
Diogo Jota, cuyo nombre completo era Diogo José Teixeira da Silva, jugó en el Atlético de Madrid en 2016, y luego tuvo un destacado paso por el FC Porto. En 2020 fue transferido al Liverpool, donde compartía plantel con el argentino Alexis Mac Allister y era una de las piezas ofensivas clave del equipo inglés.
La tragedia lo golpeó en un momento de plenitud. Hace pocas semanas se había consagrado campeón de la UEFA Nations League con la Selección de Portugal y además se había casado con la madre de sus hijos.
El mensaje más emotivo fue el de Cristiano Ronaldo, quien escribió: “No tiene sentido. Estábamos juntos en la selección nacional y tú acababas de casarte. A tu familia, a tu esposa y a tus hijos, les envío mis condolencias y les deseo toda la fuerza del mundo. Sé que siempre estarás con ellos. Descansen en paz, Diogo y André. Todos los extrañaremos”.
