La salud de Alejandra “Locomotora” Oliveras continúa en estado delicado tras el ACV isquémico que sufrió el pasado 14 de julio. Desde entonces, permanece internada en terapia intensiva en el Hospital José María Cullen de Santa Fe, con asistencia respiratoria mecánica y bajo estricto monitoreo neurológico.
En las últimas horas se conocieron detalles clave sobre la causa del episodio que la dejó al borde de la muerte. El neurocirujano Alejandro Musacchio, quien la operó de urgencia 72 horas después del ACV, reveló que todo se originó por una patología vascular no controlada. “Tenía una estrechez en la carótida derecha con una placa de ateroma y calcio”, explicó.

La formación de placas de grasa y calcio en la arteria carótida había reducido significativamente el flujo de sangre hacia el cerebro, lo que provocó el infarto cerebral. Musacchio detalló que la exboxeadora fue sometida a una craniectomía descompresiva amplia, un procedimiento que busca aliviar la presión dentro del cráneo. “La lesión cerebral que tiene es muy grande y el daño es irreversible en todos los casos”, remarcó.
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En el último parte médico, Bruno Moroni, director del hospital, señaló que Oliveras se mantiene clínicamente estable en parámetros como presión y oxigenación, pero que su condición “es muy fluctuante”. Por su parte, el jefe de terapia intensiva, Néstor Carrizo, precisó que el equipo médico está intentando preservar las zonas del cerebro no afectadas por el ACV.
La ex campeona mundial continúa en riesgo de vida, mientras su evolución se evalúa minuto a minuto.