Guido Herrera volvió a alzar la voz en un momento clave de su carrera en Talleres. Después de un semestre difícil, el arquero referente del equipo aclaró rumores, hizo autocrítica y destacó la influencia del entrenador Carlos Tevez.
“Hoy estoy muy bien”, aseguró el arquero desde el inicio. “Estos meses me costaron, fueron muy complicados, pero también de mucho aprendizaje. Recuperé las ganas de venir a entrenar, de querer estar y de cambiar la imagen, porque la que dejamos el primer semestre no es la que queremos dar”, aseguró en entrevista con el periodista Matías Barzola.
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Desde hace tiempo se habló de un supuesto mal clima interno en el vestuario de la T. Herrera lo negó rotundamente: “Cuando hay malos resultados, parece que todo es un quilombo. Y no es así. Nunca hubo piñas en el vestuario. Eso nunca lo viví acá”. Incluso desmintió una supuesta pelea con Santiago Fernández. “Conozco a su familia, que es de Río Cuarto. Hasta mi mamá me preguntó si era verdad. Te da bronca que se hable eso, pero también entiendo que son las reglas del juego”, contó.
A la vez habló de su vínculo con la gente: “Contra Alianza Lima, que no podía jugar, no quería ir a la tribuna porque pensé que me iban a putear de todos lados. Pero la gente me saludaba, me pedía fotos. No es lo mismo que pasaba en redes sociales. Fue un momento lindo y sentí realmente el cariño, después de un semestre que no fue el mejor en lo personal”.
El impacto del Apache
El arquero se refirió al desembarco de Tevez y cómo influyó en el ánimo del equipo. “Carlos generó algo. Como contó, él estaba de vacaciones con la familia y agarró de un día para el otro, para venir a ayudarnos. Demostró que quería estar acá. Nos hace sentir que somos buenos y que confía en nosotros. Por un tipo así, te dan ganas de tirarte de cabeza”, expresó.
A eso sumó una anécdota que grafica el trato cercano de Tevez con sus jugadores: “Con él podés charlar de la vida, jugar al truco, hasta hemos comido un asado en mi casa con todo el plantel. Pero después, cuando hay que entrenar, se entrena. Sabe marcar muy bien la diferencia”.