Belgrano oficializó este jueves la venta de Mariano Troilo al Parma de la Serie A de Italia en una operación histórica para el club. El traspaso, que incluye importe fijo, variables y condiciones futuras, se cerró en 9.600.000 de dólares por la totalidad del pase, con la particularidad de que la institución de Alberdi conservará un 15% de plusvalía sobre el excedente de 7,2 millones de euros.
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Desde el club destacaron que se trata de “la transferencia más importante de la historia de Belgrano”, resultado de una política deportiva que prioriza la formación y promoción de jóvenes talentos con proyección internacional.
Troilo, de 22 años, llegó a Belgrano en 2012 proveniente de la Escuela de Fútbol E.F.U.L. del barrio Poeta Lugones. Recorrió todas las divisiones juveniles hasta debutar en la Copa Argentina 2023 y, desde entonces, sumó 57 partidos en Primera División, con dos goles convertidos (ante Racing y Aldosivi, ambos en Alberdi). Su rendimiento lo llevó incluso a ser convocado por Lionel Scaloni a la Selección Argentina en la última doble fecha de Eliminatorias frente a Chile y Colombia.
“Hoy, tras trece años defendiendo la camiseta celeste, nos sentimos orgullosos de este traspaso y le deseamos el mayor de los éxitos para lo que venga en su carrera. Gracias, por tu profesionalismo, sentido de pertenencia y por representar el talento y el fútbol de la Cantera Pirata”, señaló la institución en un comunicado oficial.
Despedida
A través de su cuenta de Instagram, Troilo se despidió de Belgrano. "Hoy me toca escribir las palabras que nunca pensé que llegarían. Después de 15 años defendiendo estos colores, viviendo cada entrenamiento, cada victoria y cada derrota con el corazón, es momento de cerrar este capítulo tan importante de mi vida", reza el inicio de su mensaje.
“Llegué siendo un niño con muchos sueños y me voy siendo una persona que encontró acá una segunda casa. En este club aprendí que el fútbol no solo se juega con el cuerpo, sino también con el alma. Agradezco a los hinchas, que con su aliento me hicieron sentir invencible incluso en los momentos más difíciles. Gracias a mis compañeros, entrenadores, dirigentes y a todas las personas que trabajan detrás de todo esto para que este club siga latiendo. Ustedes son el motor silencioso que hace grande a esta institución”, agregó.
Y concluyó: “No es un adiós, es un hasta pronto. Porque uno nunca deja de llevar en la sangre los colores que ama. Seguiré alentando, desde donde esté, con el mismo orgullo que sentí cada vez que pisé la cancha. Gracias por todo, Belgrano Mi corazón siempre será parte de esta historia”.