“Tuve que poner mi caballo en la rifa porque necesito comprarme una rueda tapada para mi bicicleta”. La frase pertenece a Abril Garzón, una joven de 16 años que es una de las máximas promesas del ciclismo argentino y cuya realidad representa la triste verdad de muchos deportistas de elite en el país.
Pese a estar en la Selección Argentina junior y haber ganado varias competencias, la adolescente no tiene apoyo económico de sponsors y tuvo que ingeniárselas para conseguir fondos para preparar su bici de cara a las próximas competencias. En su calendario se aproximan el Campeonato Argentino en La Rioja y el Panamericano en México, por lo que necesita comprar una particular rueda para correr en ruta y pista.
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Abril es oriunda de Huinganco, un pequeño pueblo rural en el norte de la provincia de Neuquén, cerca de la Cordillera. “Allá es muy común la compra y venta de animales porque se usan para trabajo y transporte”, le explicó la ciclista a Arriba Córdoba.
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Como necesitaba juntar fondos para poder tener su bici en las condiciones que requiere la competencia, la adolescente decidió incluir a su caballo “Carbón” como premio mayor de la rifa pese al gran cariño que le tiene al animal.
La convocatoria fue un éxito y en poco tiempo la familia vendió los 200 números que habían preparado, por lo que decidieron agregar 50 más.
Pese a lo curioso de la iniciativa, que dio resultado y gracias a ello ahora Abril podrá comprar el equipamiento que necesita, es una muestra más del duro sacrificio que tienen que hacer los deportistas en Argentina por más que sean de elite y los mejores del país.